La frase que más me gusta decir es: nadie es perfecto. Lo digo todo el tiempo, pero nadie me escucha en verdad. Todos sufren porque no son perfectos, todos ven lo que falta. Todos ven el defecto, y las fallas. Todos ven lo que no tienen ¿Pero si dejaran de querer ser perfectos, y vieran lo que hay? ¿Y si en lugar de ver lo malo, vieran lo bueno? Quizás, y solo así, logren ser felices.